Carol "My Playlist"

26 mar 2010

ÈL - Parte II

Charla va, charla viene. No sé porque siempre fuimos tan preambuleros.

Jugamos un rato con la música de nuestros celulares y dormimos. Por lo tanto la madrugada-mañana no tuvo ningún tinte interesante.

Día lunes yo retomo nuevamente la Facultad. Cuando vuelvo estaba como que muy aburrida, y decidí ir a su casa a merendar.

Caí, tomamos mates, charlamos, bla, bla, bla. Se hizo la hora de cenar. Le pedí que me bajara a abrir así me iba.

Nos despedimos en la vereda con un beso de mejilla. Al caminar dos o tres pasos, siento que me llama: Caro! Esperá

Yo me doy vuelta ingenuamente, y ahí me arrebató un beso, seguido de una mirada y una sonrisa cómplice de mi parte.

Ese beso, después confesaría, quiso dármelo desde el día que me conoció, pero había algo en MI que lo inhibía.








La semana siguiente transcurrió con normalidad, a excepción que me lo crucé por la calle dos o tres veces en un radio no mayor a 3 cuadras a la redonda. Ah! y empezó la colección de mensajes de texto.

Suele pasarme que a veces me llega un msj al celular, y no es de forra, pero estoy haciendo algo y digo: Después lo contesto, y me cuelgo.
Y cuando voy a contestar me parece que no es un horario apropiado y así sucesivamente, hasta que ya pasó una semana y es tarde para contestarlo.

EL HOMBRE me mandaba msj casi a diario, contestaba un par, y me hartaba. Aparte yo tenía mi vida facultativa, y siempre me agarraba en clase haciendo algo. Enseguida me pusé mi "corazón coraza" dejando de darle importancia y tomándolo como si fuese cualquier otro más del montón que me rompía las bolas.

El señorito no paro de insistir, era un:
- ¿Qué hacías? ¿Todo bien?
- ¿Qué hacés esta noche? Hagamos algo querés?
- y bla, bla, bla más sms al estilo

La gota que me colmó el vaso fue un mensaje casi a finales de junio que decía:
- Hola. Si te jode que te escriba decímelo y no lo hago más, porque quedo como un boludo así

A ese mensaje no lo pude ignorar. Tuve que responder:
- Ei hola... no me jode, si no te contesto es porque estoy a full. Apenas termine de rendir y esté libre te aviso y hacemos algo. Beso

Y listo, quedó ahí. Quedaba nuevamente en mis manos la decisión de avisarle de hacer algo.
Terminó mi época de exámenes bastantes días después.

Mi pensamiento en ese momento fue: Pobre loco, la viene remando... Aparte es piola, parece buen tipo. Vamos a ver que onda.

Asique ni bien sali de rendir volví a casa, dormí una siesta y cuando reviví le dije:
-Hola, perdoname que me re colgué con vos. Si estás voy a merendar

Me respondió que todo bien, que no había hecho nada que no se arreglara con un par de mates y una charla, asique compré unas facturas en la panadería del frente y enfile a su hogar.




15 mar 2010

ÉL - Parte I

Cómo alguien supongo habrá notado, estuve ausente sin motivo por bastante tiempo. Se debió a que volví a la vida a Córdoba y no tuve más PC propia para utilizar. Eso ya se solucionó, por ende vuelvo al ruedo de otra parte de mi historia de vida....




Lo conocí la noche más inesperada de mi vida (28/05/09).

Había ido hasta lo de una amiga a pedirle unos apuntes de la facu. Ella y sus amigas iban a salir de joda por la noche cordobesa. Un jueves normal como todos.

Cómo soy muy difícil de convencer, vino va, fernet viene: terminé saliendo.

Aterrizamos en "El Sol", lo mejor de Nueva Córdoba, así bien bolichero para nosotros los estudiantes.

La noche no ameritaba sorpresas. Los pesados de siempre que te tocan el pelo o te agarran la mano, sumado a los pendejos banana.

Adentrada la madrugada, acercándose el final de la noche, se acerca un joven y me habla:

Él: bailemos?
Yo: No bailo

Contesté y me di vuelta onda "Vete, dejame con mis amigas" ( cuando quiero ser asquerosa me sale), pero no se iba!

Él: ¿Cómo te llamas?
Yo: María Clara.

Lo seguía ignorando y no se iba, no había forma. La remaba y la remaba a más no poder, hasta que me dijo que le gustaba tomar mate y viajar! ( detalle muy pelotudo, pero me interesó)

Ahí fue cuando le dije mi verdadero nombre, Carolina, y no retuve el suyo. Nos pusimos a charlar pavadas, que qué estudiaba, de dónde era, bla, bla, bla, etc, etc.

Prenden las luces. Nos echan.

Él: ¿Dónde vivís?
Yo: Acá a dos cuadras
Él: Ah, yo también. ¿Para dónde?
Yo: En la esquina del hospital
Él: Ah, mira vos. Somos vecinos. Yo también vivo ahí
Yo: bla, bla, bla
Él: bla, bla, bla.

Mi amiga de la facu también es del "barrio" porque vive a media cuadra de mi depto, asique salimos los 3 caminando hasta que llegamos a la esquina de mi casa. Mi amiga se fue, y él y yo nos quedamos sentados charlando en la escalerita de la entrada.



(este es mi edificio)



En frente hay una panadería/cafetería, asique 7 a.m que abrió me invitó a tomar un café. Café doble para él, cortado en jarrito para mí.

Mucha charla, charla, charla. Intercambio de celulares. Pero nadie decía CHAU!. Era casi media mañana cuando nos fuimos a su casa a tomar mates. Por lo visto fue muy entretenido porque tengo la puta costumbre de aburrirme rápido de la gente. Pero este loco tenía algo.

A las 11 a.m me percaté de la hora y de qué ya estaría, tenía sueño. Una de las tantas conversaciones había sido sobre Cine Independiente, del cuál soy una ferviente seguidora, y como yo iba a ir el día sábado a ver una peli lo invité de onda si quería venir conmigo. Aceptó y quedamos "citados" para el sábado.

Me fui a dormir a mi casa, hubo un intento de beso que evadí como la mejor y me olvidé. Total siempre te engañan con "después te escribo", "nos vemos", "te llamo", etc. ¿Qué es lo que mejor podés pensar? Este es un ganso como cualquier otro.

Día sábado a la siesta me manda un sms preguntándome si la invitación estaba pendiente todavía. Le dije que sí, que la peli era a las 19.30 que pasara por casa a buscarme así íbamos.

Toca timbre 19.15, bajé, nos fuimos caminando hablando pavadas. Fue rarísimo. Llegamos al Cineclub, pero la película era a las 20, asique nos sentamos a tomar un café en el bar de ahí.

Vimos la peli ("14 km" por si a alguien le interesa es un documental sobre el tráfico de inmigrantes en África hacia Europa), salimos, llegamos a la esquina y me pregunta que qué iba a hacer, supongo que comer algo porque era tarde. Me invitó a cenar a una pizería de acá a la vuelta. Muy rico todo, listo. Taza, taza, cada uno a su casa para ver que onda a la noche, si se salía o no. Yo no salía y él tenía una fiesta en su casa.

2 a.m me llama a ver que hacía, si podía venir que estaba aburrido. Vino, charlamos, tomamos mate, y seguimos hablando y escuchando música, más viendo boludeces en la compu. Todo esto como hasta las 8 a.m que decidió irse.

A los 15 minutos de haberse ido me manda un sms diciéndome que se había quedado afuera de su casa, que no podía entrar a dormir (ni siquiera haciéndose el Spiderman pudo).

Como buena samaritana, le ofrecí una de las 4 camas disponibles en mi casa ya que estaba sola. Primero le daba cosa, se sentía intimidado, pero le dije que a mí no me jodía para nada. Es dormir. Nada más.